EL SECRETO DEL VACIO FERTIL

por César Bacale

"...El secreto del vacío fértil radica en que no es ningún secreto, es decir, es un secreto a voces, aunque hable y actúe en el mas profundo e insondable de los silencios, puesto que está en todas partes, y no hay cosa visible o invisible que no le pertenezca por entero. Hay ciertos ejemplos muy simples y palpables para darse cuenta de esto, pero antes de enunciarlos me gustaría ahondar sobre la actitud correcta que uno ha de adoptar para conectarse con el mundo de las posibilidades infinitas, que es otra forma de llamar al vacío fértil.

El vacío creador tiene infinitos nombres, los físicos lo llaman campo unificado, los budistas Sunyata, los hindúes lo llaman Purusha, Shakti o Maya, dependiendo de la tradición, los toltecas lo llaman las emanaciones del Águila, los católicos Virgen Inmaculada o Espíritu santo, los cultos paganos Gran Madre, y los ateos espirituales de ahora lo llaman el Secreto, aunque el Secreto nunca fue tal secreto.



Los nombres son lo de menos, lo importante es comprender que sin este vacío, nada de lo que uno ve, escucha, piensa, siente, imagina, sueña, e incluso calla sería posible. Vida y muerte pertenecen por igual a este vacío, como también le pertenece dios, o todo concepto de dios, y cualquier forma de energía, independientemente de la frecuencia vibratoria en la que se manifieste. Silencio y sonido vienen de un fondo único, forma y vacío (vacío como ausencia de forma), tiempo y espacio, luz y oscuridad, ser y no ser vienen de él. Toda dualidad viene del vacío, y la unidad también. El sentimiento de comunión con los demás no seria posible sin el vacío fértil y tampoco lo seria la posibilidad de elegir la separación. Amor y miedo danzan alegremente alrededor suyo, como lo hace todo ser sensible, del ámbito humano, o cualquier otro que exista.

Todas las posibilidades que alberga el ser existen gracias al vacío, y la única libertad que conocemos, la libertad relativa de elección, existe gracias a que el vacío hace posible la separación entre el yo y cualquier o otra cosa.


La evolución de las criaturas en el tiempo y en el espacio, los tres tiempos, y las cuatro direcciones del espacio existen en y por el vacío.


El amor que nos hace atraernos hacia la FUENTE ÚNICA, y la ignorancia y el miedo que nos hace separarnos de ella, son posibles gracias al vacío creador.


El vacío nos rodea por todas partes, no solo como espacio vacío, que es la forma con la que vulgarmente identificamos al vacío, sino como tiempo vacío, como instante eterno y consciencia plena de ser que nos conecta con la plenitud que existe en todo momento y que se nos escapa porque incesantemente llenamos este vacío mental y emocional de imágenes, deseos y proyecciones sin fin.


El vacío espacial es el que da posibilidad a todas las formas que vemos alrededor, y el que da a las formas que no vemos dentro de nosotros, como los órganos, las células, y los átomos, y los quarks, su existencia.


Vivimos deslumbrados por la materia , por la forma que adopta el vacío gracias a nuestros toscos mecanismos de percepción, y olvidamos que somos nosotros los que los hemos aislado del infinito de posibilidades, que en cada instante se despliega dentro y fuera de nosotros una sola percepción. Una sola entre las infinitas que existen, esto hay que pensarlo mas de dos veces para darse cuenta de la ignorancia y limitación en la que vivimos voluntaria o involuntariamente.


Los mecanismos que usamos para aislar este infinito de posibilidades y quedarnos con una o dos pseudo-realidades, son inconscientes y vienen dados por la educación, la cultura, el ambiente, la personalidad y el carácter. Estas herramientas son útiles y necesarias para sobrevivir con cierta armonía dentro del entorno social que nos acoge, pero resultan castrantes y limitantes a la hora de adentrarse en ciertos niveles trascendentes de Ser que requieren de un desprendimiento y abandono de todo condicionamiento psicológico, social o personal, para ser alcanzados, o mejor dicho, para ser gozados, sin velos ni turbulencias de ningún tipo.


Si insisto una y otra vez en la importancia de este vacío, no es por nihilismo, sino por todo lo contrario. Es por este vacío que somos lo que somos, y lo que es aun mejor, es por este vacío que podemos ser cualquier cosa que queramos.


La cota máxima de esta afirmación la alcanzaron como pueblo, los videntes toltecas cuando vieron y descubrieron que la configuración energética del ser humano no era sino un marco o un huevo por el que pasaban infinitos filamentos energéticos



La percepción que el ser humano tenia de si mismo y del mundo dependía del punto de encaje, que era y es una especie de agujero en el que se conectaban los filamentos energéticos que estaban dentro del huevo con los infinitos que venían de fuera. 


Cuando estos videntes se dieron cuanta de que era posible mover el punto de encaje, y que dependiendo del alcance del movimiento, así cambiaba la percepción del mundo y del propio ser humano, exploraron y alcanzaron lo que llamaron la maestría del ensueño, que no es sino la maestría de mover y estabilizar en un punto diferente del huevo luminoso el punto de encaje. Para poner un ejemplo muy basto es como si el punto de encaje fuese nuestro ojo (...) . La percepción del mundo a través de una u otra lente tiene un efecto lógico de resonancia en nuestra consciencia.


Para los videntes toltecas, como para los budistas, los sufis, y otras tradiciones y prácticas espirituales, el vacío fértil era y es la realidad en si misma, y de su experimentación y conocimiento dependía el grado de realización del practicante. Para los antiguos toltecas, que se consagraron completamente a la exploración de los distintos mundos que revelaba el cambio de posición del punto de encaje, esta realidad no era mas real que cualquiera de los otros mundos revelados, porque sabían que el mundo que llamamos real, y la percepción que tenemos de ese mundo y de nosotros mismos, no era mas que la fijación del punto de encaje en una posición dada por condicionamientos personales y sociales.

Y con este ejemplo llegamos a la condición sine-qua-non es imposible darse cuenta de la realidad del vacío creador, de la vacuidad, o de como quiera llamarse:



Es necesario dejar de mirar la realidad externa, sea cual sea, como si fuese una realidad independiente y autónoma de nosotros mismos, y empezar a darse cuenta de que aquello que vemos, oímos, pensamos, o hacemos, es estrictamente, y no otra cosa diferente aquello que elegimos, consciente o inconscientemente ver, oir, pensar o hacer.


Este darse cuenta, de que vivimos básicamente en la realidad que crean nuestras percepciones y condicionamientos personales es el principio de una gran liberación que culmina cuando nos lanzamos de lleno a las aguas insondables del vacío creador.

Pero para esto es necesario andar un largo, y a veces complicado proceso de desacondicionamiento, porque los condicionantes por los cuales codificamos el mundo son muy fuertes y están muy asentados, es decir, llevamos no solo una vida, sino muchas, a través del legado de nuestros ancestros, usándolos, y el resto de sentidos que tenemos , sobre todo los mas sutiles e intuitivos están atrofiados.


El gran secreto del Secreto, que nunca fue un secreto, es este:  El secreto no consiste en pedir al universo mas y mas deseos, con una convicción total en que va a darnos todo lo que esperamos, porque es, cosa que es cierta, una inmensa caja de resonancia. El secreto consiste ni mas ni menos en saber y sentir que ese universo no es una realidad todopoderosa ajena, o un supermercado espiritual donde elegir cosas materiales y dones espirituales al gusto, sino la manifestación material y energética de nuestro propio ser, es decir, de como nos vemos a nosotros mismos.


Por eso el pedir no es la clave, porque el pedir nos coloca siempre en una posición de mendicidad con respecto a una fuerza mayor que nosotros mismos , sino el decretar. Los hombres piden y reciben, o no reciben, l
o que piden, dependiendo de su fe y su confianza. Los dioses creadores decretan, y manifiestan en la realidad de la materia sus decretos. (* ver comentario al pie)


Pero nadie, hombre o dios, puede decretar ser algo sino lo es en realidad. Y puesto que uno lo es, cuando sabe y siente que lo es, ni siquiera hace falta decretar nada, uno se limita a serlo todo y agradecerlo todo, y todo llega sin falta, y sin que sepamos y nos importe como ni porque.


Uno solo puede decretar ser feliz, amoroso o rico, cuando ya sabe y siente que lo es, no cuando cree que puede serlo algún día. La manifestación material de esta felicidad, amor o riqueza, solo llega si hay un sentimiento pleno de ser todas estas cosas mucho antes de que estas se manifiesten en la forma, y la única forma de acceder a este sentimiento es conectar con el fondo no manifestado donde todas las posibilidades existen como germen de una potencialidad, amor y abundancia infinitas.


Este fondo es el vacío fértil o vacío creador, y residir en él significa no solo ser capaz de ser y hacer cualquier cosa que uno se proponga ser o hacer, sino ser todas esas cosas ya mismo, en este mismo instante.


Solo en el instante en el que uno cree serlo todo, uno lo es, porque el poder de creer y poder de crear son una misma cosa.


Todos los seres humanos, todos sin excepción, somos dioses creadores, o co-creadores, ya que las creaciones personales y sociales tejen una red de relaciones inter-dependientes. No hay nadie, ni siquiera el mendigo de la calle, el niño que se esta muriendo de hambre, o el mafioso que trafica con medicinas y alimentos, que no esté creando instante tras instante la realidad que le circunda.


La única diferencia entre unos y otros son las fuerzas que rigen el impulso creador, si son conscientes y dirigidas y enfocadas desde la luz de la consciencia, o inconscientes y llevadas por patrones y condicionamientos personales, familiares y sociales.


Sea cual sea la fuerza y el impulso que nos rige, no hay forma de escapar a nuestra condición de creadores. La única forma de ser libre es ejercer nuestro poder de crear con la máxima responsabilidad e impecabilidad posible, lo cual exige tomar consciencia de que el vacío fértil o vacío creador, constituye nuestra mas íntima y profunda esencia, y a la vez, la forma , o las infinitas formas, sean infernales o divinas, en las que esta esencia se manifiesta.


Las consecuencias de este darse cuenta, que para ser real ha de llegar a lo más profundo de nuestras células, es no solo una libertad y una fluidez casi infinita de movimientos, como la que conocieron los maestros del arte de esgrima que habían sido instruidos en el budismo zen, o una creatividad inmensa en todos los aspectos de nuestra vida, sino una aceptación total de cualquier forma que adopte, haya adoptado o pueda adoptar este vacío, lo cual nos provee no solo de una flexibilidad y adaptabilidad inmensas ante todo tipo de circunstancias, sino de una comprensión de las circunstancias ajenas, aunque sean castrantes y limitantes para las propias personas que las eligen, y una compasión y tolerancia a prueba de bombas para con nosotros mismos y para con los demás.


Y este es solo el principio. El verdadero don del vacío creador, o del espíritu todopoderoso y creativo que vive en él, y que llega cuando uno se rinde completa y totalmente al vacío, no es relativo a otras formas o manifestaciones, o dones del espíritu, sino absoluto, es decir, es inefable y completo en si mismo, porque apunta hacia un sentimiento de plenitud que trasciende incluso el sentimiento de unidad y comunión con todo lo que existe, porque es ya, instante tras instante, todo lo que existe.



(*)  En general estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que dice César.  
Hay algo que se llama SUBJETIVIDAD (en sentido psicoanalítico) ,  y hay algo que se llama MISTERIO (en sentido espiritual) , y aunque me parece que César se está refiriendo también a esto, no me siento cómoda cuando se dice que todo lo que le ocurre o no le ocurre a la gente es directa responsabilidad de la creación de cada uno.  Porque el que escucha -generalmente- es el ego que no sabe nada ni del Sujeto ni del Misterio. Por eso, como bien dice César: "es necesario andar un largo, y a veces complicado proceso de desacondicionamiento, porque los condicionantes por los cuales codificamos el mundo son muy fuertes  y están muy asentados, es decir, llevamos no solo una vida, sino muchas, a través del legado de nuestros ancestros, usándolos, y el resto de los sentidos que tenemos , sobre todo los mas sutiles e intuitivos están atrofiados."


César Bacale: (Escritor y Terapeuta/España) , para leer el artículo original podés CLIKEAR ACA


Consultas: psicoarte.hoy@gmail.com